miércoles, 10 de marzo de 2010

Nos censuraron

Hoy arrancamos con las clases de campo y, previo, el debate de la división de los grupos. A mí me tocó el B, como desde 7mo, debido a mi apellido. Sin embargo, conmigo vinieron 3 de esos 4 de adelante. No me interesan, ya ni creo que vaya a volver a hablar de ellos, como que no existen para mí. Lo bueno, es que se van a poner las pilas con todas las actividades que a mí no me gustan hacer, buenísimo. El dilema de la división está con 2 amigas. No es muy fácil de explicarlo.
Ya en la primera clase (con un profesor que no me caía bien pero está empezando a hacerme cambiar de parecer) me ensucié hasta los hombros, corrí, me transpiré, fui devorado (literalmente) por los mosquitos mañaneros, me enredé con pastizales de un metro de altura y mis alpargatas (ex)blancas pasaban a desapercividas en la tierra. Pobre mi compañera de banco, se tuvo que bancar la mezcla de olores toda la mañana.
Al momento del recreo y de un nuevo día de recaudación, los de 2do empezaron a armar su puestito también y nos imaginamos el final de la pyme. Claro, en medio de la clase de Lengua que prosiguió, llamaron a uno de nosotros para avisarnos que no podíamos vender más porque la prioridad era de ellos. En nuestra escuela el viaje de egresados se hace en 2do y son los alumnos los que trabajamos y recaudamos los fondos, por lo tanto ellos pueden vender cosas en el recreo y nosotros no.
De más está decir que tiramos decenas de ideas para seguir recaudando cosas en la escuela, pero ninguna era lo suficientemente creíble. Así que terminaremos las botellas de coca que nos quedan y juntaremos plata por otro lado.
Me olvidé de contarles que en medio del arreo de vacas me llega un mensaje de ésta chica el cual contesté un rato más tarde pero, al final, sólo nos mandamos 2 mensajes cada uno. Lo peor fue cuando, ya en casa, chateamos e indirectamente (o directamente) le dije de vernos y me saltó con el ex, que no cambiaba más y no se qué más. Le dije que me había jodido, pero se hizo la otra y yo me fuí. Después me siguió buscando para que la entretenga pero la quiso compensar con un mail por facebook. La próxima vez que me hable le voy a decir que no soy su payasito y que no me gusta que me agarren de boludo. Claro, qué se piensa.
El viaje en colectivo de vuelta a casa fue muy relajante. Si bien estaba lleno y me tuve que bancar a viejas culonas (a una la apoyé y le toqué el culo, por dios) y madres hablando de sus hijos encontré una posición cómoda. Dormí 5 horas de siesta y me enteré por un llamado de mi mamá, en medio de mi descanso, que a mi abuela le salió una alergia de las pastillas.
Sé que fue un día complicado pero me lo tomé muy bien a todo, esa es una de mis virtudes: el positivismo.
Saben lo que es andar fregando las alpargatas para que sean aunque sea grises, buscar las botas para llevar a la escuela y no sufrir un nuevo percance y escuchar comentarios de mal humor de tus viejos constantes? En la semana ésto es muy seguido, yo voy jugando con mi perro y haciendo la mía. Ya dije, éste año hay que disfrutar.

2 comentarios:

  1. Aguante ser positivo :) Igual tengo mis derrapadas, jaja.

    ResponderEliminar
  2. jajaja, sí. Hay veces que ni vos mismo lo podés controlar, todos tenemos nuestros días. Gracias por comentar :D tenés las puertas abeirtas siempre !

    ResponderEliminar